Lagrimeo Excesivo: Causas, Síntomas y Tratamientos Efectivos
El lagrimeo excesivo, también conocido como epífora, es un problema ocular frecuente que puede causar molestias significativas y afectar la calidad de vida. Este artículo, guiado por la experiencia de la Dra. Yerena Muiños, te proporcionará una visión detallada sobre las causas, síntomas y tratamientos disponibles para los problemas de la vía lagrimal.
Comprendiendo la Vía Lagrimal
La vía lagrimal es un sistema complejo que permite el drenaje de las lágrimas desde la superficie ocular hasta la cavidad nasal. Este proceso comienza en el canto interno de los párpados, cerca de la nariz, donde dos pequeños conductos, llamados canalículos lagrimales, recolectan las lágrimas. Estos canalículos transportan las lágrimas hacia el saco lagrimal, una estructura estrechamente vinculada a las fosas nasales y los senos paranasales. Finalmente, el saco lagrimal drena directamente en la nariz a través del conducto lacrimonasal.
Síntomas de Problemas en la Vía Lagrimal
La obstrucción de la vía lagrimal es el problema más común y puede presentarse tanto de manera congénita como adquirida. Los síntomas característicos de una obstrucción en la vía lagrimal incluyen:
- Lagrimeo constante (epífora): Las lágrimas fluyen de manera excesiva por la mejilla en lugar de drenar adecuadamente.
- Goteo nasal: Las lágrimas pueden escaparse hacia la nariz, causando una sensación de humedad constante.
- Frecuencia aumentada de conjuntivitis: La acumulación de lágrimas no drenadas puede llevar a infecciones recurrentes en los ojos.
Es interesante saber, también, que pueden presentarse con infecciones que deben ser tratadas para evitar derivar en celulitis.
Estos síntomas no solo son incómodos, sino que también pueden afectar significativamente la visión y la calidad de vida diaria. Si presentas alguno de estos síntomas, es crucial buscar atención médica especializada.
Diagnóstico de la Obstrucción de la Vía Lagrimal
El diagnóstico de problemas en la vía lagrimal implica una evaluación clínica exhaustiva, que incluye:
- Historia clínica detallada: Recopilación de antecedentes médicos y síntomas actuales.
- Examen físico: Observación y palpación del área afectada para detectar inflamación o sensibilidad. Sondaje y exploración directa.
- Pruebas de imagen: Utilización de tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética (RM) para visualizar la estructura de la vía lagrimal.
- Estudios específicos: Pruebas adicionales como la dacriocistografía, que ayuda a visualizar el sistema de drenaje lagrimal.
- Biopsia: En casos necesarios, se puede tomar una muestra de tejido para un análisis más detallado.
Tratamiento de la Obstrucción de la Vía Lagrimal
La elección del tratamiento depende de si la obstrucción es congénita o adquirida. A continuación, se describen los tratamientos más comunes para cada caso:
Tratamiento para Obstrucción Congénita
En los casos congénitos, la obstrucción de la vía lagrimal puede resolverse espontáneamente en los primeros meses de vida. Si la obstrucción persiste, el tratamiento habitual es el sondaje lagrimal, un procedimiento mínimamente invasivo en el que se introduce una sonda a través del canalículo para abrir la obstrucción y permitir el drenaje adecuado.
Si persiste después de los 11 meses es recomendable realizar una exploración endoscópica. En este sentido, recordamos que la doctora Yerena Muiños es una de las pocas especialistas en Oftalmología de Galicia que realiza este procedimiento.
Tratamiento para Obstrucción Adquirida
La obstrucción adquirida generalmente requiere intervención quirúrgica. La dacriocistorrinostomía (DCR) es el procedimiento más efectivo, y existen varias técnicas para realizarla:
- Abordaje Externo: Este método implica una pequeña incisión en la piel del canto interno del ojo para acceder al saco lagrimal y la nariz, creando una nueva vía de drenaje. Aunque efectivo, puede dejar una pequeña cicatriz y tiene una recuperación más lenta.
- Abordaje Endoscópico: Realizado a través de la nariz, este método es menos invasivo y no deja cicatrices visibles. Además, la recuperación es más rápida comparada con la técnica externa.
En todos los enfoques quirúrgicos, se coloca una pequeña sonda de silicona en la nueva vía lagrimal para mantenerla abierta durante el proceso de cicatrización. Esta sonda se retira entre 6 y 10 semanas después de la cirugía.
Resultados Satisfactorios con Tratamientos Modernos
Con las diversas opciones de tratamiento disponibles hoy en día, los problemas de la vía lagrimal pueden resolverse de manera muy satisfactoria. La intervención adecuada no solo alivia los síntomas, sino que también mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes.
¿Tienes Dudas?
Si tienes preguntas o necesitas más información sobre los problemas de la vía lagrimal, la Dra. Yerena Muiños está aquí para ayudarte. Puedes ponerte en contacto a través de nuestro formulario de consulta en línea, y la Dra. Muiños te responderá lo antes posible.
Consulta Presencial
Para una evaluación más exhaustiva y tratamiento personalizado, te invitamos a concertar una cita con la Dra. Yerena Muiños. Realizaremos un examen completo para identificar y tratar cualquier problema de la vía lagrimal, asegurando que recibas el mejor cuidado posible.
Tu salud ocular es nuestra prioridad. No dudes en buscar ayuda para mantener tus ojos sanos y tu visión clara.